08 de Abril del 2016
Los trabajadores que cambian de provincia por un nuevo empleo caen un 22% el primer trimestre
- Casi 347.500 trabajadores firmaron entre enero y marzo un contrato que implicaba cambiar su residencia a otra provincia.
- El perfil mayoritario es el de un hombre de 25 y 44 años con estudios secundarios.
Las oportunidades laborales no siempre coinciden con los lugares de residencia de los candidatos. Por eso, la movilidad es un factor que toma cada vez más importancia para encontrar un .
Entre los motivos para abandonar la ciudad en la que se reside se encuentran, por ejemplo, las circunstancias económicas, la falta de oportunidades laborales o la búsqueda de nuevas metas profesionales.
Un total de 347.494 de trabajadores firmaron durante el primer trimestre de este año un contrato que implicaba cambiar su residencia a otra provincia, lo que supone casi un 22% menos que en el mismo periodo de 2012, según un análisis de Randstad a partir de datos del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE).
Este descenso se reflejó también en la tasa de movilidad entre provincias, fórmulas que mide la proporción de contratos que implican desplazamiento sobre los contratos que afectan al territorio.
Así, de enero a marzo de 2013 la tasa de movilidad interprovincial se situó en el 11,53%, un valor inferior al 12,2% del trimestre anterior.
Hombre de 25 y 44 años con estudios secundarios
El perfil mayoritario de los trabajadores que se desplazan es el de un hombre de 25 y 44 años, con estudios secundarios, que se dirige a otra provincia para ocupar puestos en las actividades relacionadas con el turismo y el comercio y en la construcción.
Por sexo, la mayor parte de estos trabajadores son hombres (65,4%), mientras que por edades, el 40,7% corresponde a la franja de 25 a 34 años y el 28,1% a la de 35 a 44 años. Al otro lado de la balanza se encuentran las personas mayores de 54 años, segmento de edad en el que sólo se desplaza un 3,5%.
Por grupos ocupacionales, el relativo a los trabajadores no cualificados alcanza el 34,4% del total, seguido de los trabajadores de los servicios de restauración, personales, protección y vendedores de los comercios, con un 19,2%.