08 de Abril del 2016
Negocios sociales: un convento convertido en un hotel rural con trabajadores discapacitados
- Ya está abierto al público y ha dado empleo a diez trabajadores con discapacidad.
- Veinte emprendedores presentan sus ideas de proyectos solidarios y sostenibles.
- Todos encontraron una necesidad social y buscaron una línea de negocio viable.
Convertir pequeños conventos que han quedado vacíos en una red de hoteles rurales en la trabajen personas con discapacidad intelectual es un proyecto liderado por uno de los nuevos sociales, que pretenden crear negocios solidarios a través de empresas viables y sostenibles.
Éste supone solo uno de los veinte proyectos seleccionados por la en la primera edición del Programa de Emprendimiento Social.
La iniciativa es una de las medidas con las que la entidad apoya a personas u organizaciones que han decidido crear un negocio solidario para alcanzar un impacto social mediante una actividad empresarial económica y medioambiental sostenible.
La entidad ofrece a estos emprendedores una ayuda de hasta 25.000 euros, formación recibirán un curso de la escuela de negocios IESE Business School y les proporciona un mentor durante un año y una oficina de apoyo.
Entidades sociales convertidas en negocios
Con esta inciativa la Obra Social da un paso más al promover la transformación de entidades sociales en empresas y emprendedores, personas que detectan una necesidad social y que buscan una línea de negocio sostenible económicamente que la pueda solventar.
Boni Martínez ha sido de estos emprendedores y su proyecto Hotels Socials d'Interior Els Convent supone la creación de una red de hoteles sociales de interior en zonas rurales de Mallorca.
La posibilidad surgió a partir de los conventos de la congregación de las Hermanas Franciscanas Hijas de la Misericordia en la isla, ahora cerrados porque han perdido religiosas.
Las monjas, que cuentan desde 1963 con un centro asistencial para atender a discapacitados intelectuales, quieren destinar estos pequeños conventos a la obra social para que puedan trabajar estas personas a las que antes han formado.
Ya está en marcha uno de los hoteles, en , con 16 suites familiares, que están adaptadas para clientes con movilidad reducida y necesidades especiales, aunque el establecimiento está abierto a todo el público, y hasta el momento ha dado a 10 discapacitados intelectuales.
Fomentar la inclusión sociolaboral
A esta iniciativa se suman otras destinadas a dignificar la calidad de vida de los discapacitados, pero además de personas en riesgo de exclusión social como exreclusas, y prostitutas o con enfermedades mentales, y de personas mayores que necesitan ser acompañadas por su estado cognitivo y emocional.
Proyectos como el de Rosa Escandell, presidenta de la asociación sin ánimo de lucro , de Alicante.
PRM fue creada hace tres años y dio vida a proyectos como A puntadas, la empresa social desde la que se confeccionan productos textiles, respetuosos con el medio ambiente y vinculados a cooperativas de países en vías de desarrollo. La marca confeccionada es Malas Meninas y la mano de obra son mujeres en riesgo de exclusión social.
Otra de las entidades seleccionadas ha sido Reformas SAÓ, un proyecto de Redes y estrategia 2.0 con sede en el Prat de Llobregat, Barcelona, y cuya línea de negorcio se basa en ofrecer a las empresas o entidades sociales un servicio de creación y gestión de marketing y comunicación a través de las redes sociales.
El objetivo es atender a jóvenes en riesgo de exclusión social de 16 a 23 años, que han quedado fuera del sistema formativo o de los programas de cualificación profesional inicial. La idea es hacerles recuperar el interés por la formación con un acompañamiento educativo y personal.